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Seguro que has oído hablar muchas veces de la Revolución Digital. Es algo que suena rompedor –por lo de revolución– y actual –por lo de digital–, pero, ¿tienes claro de verdad lo que está suponiendo y lo necesario que resulta adaptarse a todo lo que esta revolución conlleva?

A la Revolución Digital, muchos la llaman la Tercera Revolución Industrial, por los cambios e innovaciones que lleva aportando desde hace ya unas cuantas décadas. Sí, hemos dicho décadas, porque, aunque no lo parezca, esto de la Revolución Digital lleva entre nosotros desde hace más de medio siglo.

Como en todas las épocas de cambio, las cosas no son breves, sino que se alargan y evolucionan durante periodos prolongados. Por eso, todavía hoy estamos inmersos en esta revolución digital, asumiendo las novedades que nos ofrece y expectantes ante las que están por llegar.

Muchos de estos cambios los estamos notando en los aspectos más básicos de nuestra vida, desde la manera de comunicarnos con nuestras personas cercanas a otras acciones tan cotidianas como hacer la compra o ver una película.

Pero también en el entorno laboral nos estamos aprovechando de todos estos avances tecnológicos. No cabe duda de que, si pudiéramos viajar al pasado, aunque solo fueran veinte años, nos sorprendería la cantidad de cosas que se hacían de otro modo al que ahora estamos acostumbrados.

Es cierto que determinados dispositivos, como las impresoras o las fotocopiadoras, ya eran habituales en muchas empresas y oficinas, así como los ordenadores y los faxes. Y, obviamente, nada que ver entre los dispositivos de aquella época y los de ahora.

Nos podríamos referir a su forma y tamaño, ya que, antaño, todos estos dispositivos eran mucho más grandes y aparatosos que los actuales. También podríamos hablar de la rapidez y eficacia en su funcionamiento, ya que cualquier aparato electrónico y digital era mucho más lento, más ruidoso y, sobre todo, mucho más caro de mantener.

Pero la Revolución Digital sigue su curso y, además de contar hoy en día con impresoras, fotocopiadoras, escáneres y faxes mucho más eficientes y cómodos (al igual que ha pasado con las teles, los teléfonos o los coches), hay muchos otros aspectos gracias a los cuales los entornos laborales se han vuelto mucho más productivos y rentables.

Uno de ellos es la conectividad, mucho más presente y extendida ahora que nunca. La conectividad de los dispositivos, a través de internet y de redes locales, ha sido uno de esos avances silenciosos, que han ido llegando a la chita callando y que, si desparecieran ahora, provocarían muchos gritos de desesperación.

No nos referimos a que ahora tengamos las impresoras conectadas por wifi, que también, sino que, gracias al crecimiento de la nube, y de todas las opciones que desde allí se ofrecen, multitud de tareas y trabajos resultan mucho más sencillos que hace tan solo unos años.

Más que facilitar y ampliar las posibilidades en las tareas laborales, la conectividad también se ha derivado hacia algo que, literalmente, te hace la vida mucho más fácil. Si te preguntas cómo puede ser esto, la respuesta está en que la conectividad te permite despreocuparte de gran cantidad de cosas que antes sí ocasionaban trastornos, disgustos y errores.

Por ejemplo, cuando se estropeaba una impresora, no se encontraban los drivers de instalación, no se actualizaba al sistema operativo correspondiente o, incluso, cuando se terminaban los tóneres, el caos y el estrés podía ser terrible. Es cierto que todo esto se solucionaba con un poco de previsión y de tiempo, pero ahora, con la conectividad de la que hablamos, esto está completamente superado, porque las empresas que proveen productos y servicios también se han sabido adaptarse para satisfacer las expectativas que tienen aquellos que se quieren aprovechar de la Revolución Digital en su día a día.

En Brother hemos ideado los Easy Packs, que son un conjunto de productos y servicios dirigidos a los profesionales que quieran alejarse de preocupaciones innecesarias y aumentar su productividad al máximo.

Gracias a los Easy Packs, podrás poner a tu pyme en la vanguardia digital. Contarás con un paquete de productos y servicios de modo continuo, entre los que se incluye un equipo láser profesional, los consumibles, la instalación y el mantenimiento, por una pequeña cuota mensual, a modo de renting.

No es solo cuestión de comodidad y productividad. Con los Easy Packs, también tendrás un mayor control de lo que consumes, lo cual se traduce en la optimización de los recursos y, consecuentemente, un ahorro económico. Y es que, como podéis ver, la Revolución Digital no solo ayuda a empresas y profesionales en sus tareas del día a día, sino que, al igual que las anteriores revoluciones industriales, también supone un aumento de la productividad y de las ganancias en términos monetarios.

 

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